(Lima, 3 de mayo de 2022) Amnistía Internacional rechaza la criminalización de la migración y expresa su preocupación por la reciente expulsión de 32 personas extranjeras (29 mujeres y tres hombres) quienes fueron intervenidas en un operativo ad hoc en Piura y trasladadas a la frontera con Ecuador para su expulsión.

La organización recuerda que todas las personas, independientemente de su nacionalidad o situación migratoria, tienen derecho al debido proceso y a la defensa. Sin embargo, en este proceso administrativo rápido, este grupo de personas no pudo contar con el plazo razonable para ejercer su derecho a la defensa, pues se priorizó su salida inmediata del territorio como una medida de orden público. 

Las mujeres expulsadas se desempeñaban como trabajadoras sexuales, actividad que no es considerada un delito en nuestro país. Además, enfrentaban una situación de gran vulnerabilidad por ser migrantes, trabajadoras sexuales y mujeres. 

Es importante tomar en cuenta que las trabajadoras sexuales, grupo en el que se encuentran mujeres de diferentes edades y nacionalidades, están expuestas a diversas formas de violencia. Muchas de ellas, captadas por redes de trata, son víctimas de explotación sexual. Otras, sumergidas en este círculo de violencia, son asesinadas. Solo en febrero de este año, dos trabajadoras sexuales migrantes fueron asesinadas en Lima.

En ese sentido, nos preocupa que debido a la rapidez con la que se ha ejecutado la expulsión de este grupo de personas, no se haya podido verificar si alguna de las mujeres era víctima de trata de personas o solicitante de refugio. Tampoco, si tenían a menores de edad a su cargo y la situación en la que habrían quedado esos niños y niñas. 

Amnistía Internacional demanda a las autoridades nacionales cesar con estos operativos que vulneran el principio de la no criminalización de la migración irregular. Además, rechaza mensajes de autoridades que vinculan migración a problemas de inseguridad y orden público, lo cual contribuye a estigmatizar a las personas extranjeras, generando peligrosos discursos de odio hacia ellas

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