Lima, 22 de abril de 2022. “Defender la tierra, territorio y medioambiente no puede seguir costando vidas en Perú. La situación de violencia que enfrentan las personas defensoras en el país, quienes vienen ejerciendo su importante rol de cuidado del planeta solas, sin medidas de protección gubernamentales efectivas, y en un clima de creciente hostilidad e impunidad, es inaceptable”, ha declarado hoy Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú, con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Tierra. 

En los últimos dos años, al menos 14 personas defensoras de la tierra, territorio y medioambiente han sido asesinadas en Perú, y ante el crecimiento de actividades ilegales como la minería ilegal, la tala ilegal o el tráfico de tierras, en diferentes regiones del país, numerosos defensores de derechos humanos enfrentan amenazas, intimidaciones y ataques. 

El Estado peruano no les ha otorgado garantías efectivas para sus vidas, no ha garantizado la titulación de sus tierras ni los ha defendido adecuadamente del crecimiento de actividades ilegales en sus territorios. Sumado a ello, la mayoría de los ataques han quedado impunes, lo cual ha contribuido al escenario de creciente violencia y vulneración de derechos humanos que hoy enfrentan. 

Por otro lado, a pesar de que América Latina es considerada la región más peligrosa del mundo para quienes defienden el medioambiente, el Congreso de la República no ha ratificado el Acuerdo de Escazú, una herramienta que además de promover la transparencia, participación e información en materia ambiental, es el primer tratado vinculante, que incluye medidas específicas para proteger a las personas defensoras de los derechos ambientales. 

Si bien en 2021 se creó el Mecanismo intersectorial para la protección de personas defensoras de derechos humanos en Perú, y existen otros instrumentos oficiales disponibles para atender situaciones de riesgo que pueden enfrentar, persiste la impunidad frente a la violencia, y al no encararse el crecimiento de actividades ilegales y sus delitos conexos en regiones del país como Ucayali, Amazonas, Junín, Huánuco, Pasco, Madre de Dios y Loreto, el problema se agudiza. 

 “El Estado peruano debe poner a disposición todos sus recursos institucionales y financieros para lograr una real protección de las personas defensoras en el país, evitando que se pierdan más vidas y llevando a la justicia a los responsables de estos crímenes. Un paso importante es el Acuerdo de Escazú, que no debe esperar más para ser ratificado por el Congreso”, dijo Marina Navarro.

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El 22 de abril del 2021, Día de la Madre Tierra, entró en vigencia el acuerdo más importante de los últimos 20 años sobre información, participación y protección ambiental en América Latina y el Caribe, el Acuerdo de Escazú, firmado por 24 países y ratificado por 12 de ellos.   


Si bien Perú ha firmado el acuerdo, no está actualmente vigente, pues en el 2020 el Congreso rechazó su ratificación. 


El Acuerdo de Escazú representa un avance fundamental para el derecho de las personas como tú a acceder a la información y participar en políticas, proyectos y decisiones que afectan nuestro medio ambiente. Este estará mejor protegido con tu participación en las decisiones que se tomen sobre acceso a recursos naturales. 


El Acuerdo de Escazú además otorga protección de nivel constitucional a las personas defensoras del medio ambiente, quienes se encuentran en situación de total desprotección frente a las diferentes amenazas que a diario ponen en riesgo su vida. La impunidad generada por la no determinación de responsabilidades en los crímenes contras las y los defensores, les pone en mayor peligro, junto a sus familias, comunidades y organizaciones. 


Perú es el tercer país más peligroso para las personas defensoras de derechos humanos de Sudamérica, después de Brasil y Colombia. Junto con Venezuela y Paraguay, son los únicos países del subcontinente que no se han adherido a este acuerdo.


No podemos perder esta oportunidad histórica de alzar la voz por los derechos humanos y el medio ambiente. 


¡Exijamos a nuestras autoridades que aprueben el Acuerdo de Escazú AHORA!

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