La decisión de otorgar la libertad condicional a la jueza María Lourdes Afiuni es una buena noticia, pero claramente insuficiente, ha manifestado Amnistía Internacional."Más de tres años después de haber sido detenida no se han presentado pruebas fehacientes en contra de la jueza Afiuni. Exigimos una vez más que le sean retirados los cargos que pesan contra ella", dijo Guadalupe Marengo, directora del programa de América de Amnistía Internacional."Las medidas cautelares que acompañan a la concesión libertad condicional son preocupantes, pues representan serias limitaciones a su libertad de expresión y de movimiento".El 14 de junio, la titular del Tribunal 17 de Juicio de Caracas, Marilda Ríos, otorgó la libertad condicional a Afiuni. Ésta deberá presentarse cada 15 días ante el Tribunal, no podrá salir del país, hablar a los medios de comunicación nacionales e internacionales sobre el caso ni escribir en las redes sociales. El proceso contra ella sigue abierto y se prevé que su juicio se celebre el próximo mes de noviembre.Amnistía Internacional ha reiterado en numerosas ocasiones que la detención de la jueza María Lourdes Afiuni Mora es un caso de indebida interferencia política por parte del ejecutivo.En diciembre de 2009 la jueza Afiuni fue detenida arbitrariamente y recluida durante más de un año, acusada de "corrupción propia, abuso de autoridad, favorecimiento para la evasión y asociación para delinquir", tras haber concedido la libertad condicional al banquero Eligio Cedeño.La sentencia que dictó la jueza estaba en consonancia con la legislación venezolana, según la cual ninguna persona debe pasar más de dos años recluida bajo custodia en espera de juicio.Un día después de haber sido detenida en 2009, el fallecido presidente Hugo Chávez aplaudió la detención de la jueza Afiuni y pidió que se le aplicara la pena máxima de 30 años.Afiuni permaneció encarcelada durante un año y dos meses. El 4 de febrero de 2011 se le concedió la posibilidad de permanecer en detención domiciliaria, luego de haber sido sometida a una intervención quirúrgica.Las condiciones bajo las cuales la jueza estuvo en prisión eran preocupantes, no contaba con las condiciones de seguridad debidas de clasificación penitenciaria y llegó a recibir amenazas.El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, así como los relatores especiales sobre la situación de los defensores de los derechos humanos y sobre la independencia de magistrados y abogados, han pedido la liberación inmediata de la jueza Afiuni.