Las autoridades turcas deben actuar ante el cese de hostilidades anunciado hoy por el dirigente encarcelado del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) Abdulah Ocalan, ha dicho Amnistía Internacional."Las autoridades turcas deben aprovechar la oportunidad brindada por el dirigente del PKK, Abdulah Ocalan, que ha anunciado una tregua, y trabajar por conseguir una paz duradera fundamentada en la justicia para las víctimas de los abusos de derechos humanos cometidos por ambas partes durante décadas de conflicto", ha afirmado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central."El camino hacia la paz estará plagado de retos, pero una atmósfera de transparencia y libre intercambio de opiniones proporcionará los cimientos sólidos necesarios para las negociaciones que las autoridades turcas y el PKK están teniendo en los últimos meses.""Amnistía Internacional ha pedido en repetidas ocasiones el fin de la violencia, la investigación imparcial de las violaciones de derechos humanos y la promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de la minoría kurda."Desde que los enfrentamientos armados entre el PKK y las fuerzas armadas turcas comenzaran en 1984, se cree que han muerto alrededor de 40.000 personas. El conflicto también ha desatado abusos generalizados de derechos humanos, tanto en la zona sureste dominada por los kurdos como en el resto del país. El PKK reclama la autonomía de los kurdos como parte de su bloque de demandas.