Es hora de dejar de aplicar un enfoque "post-mortem" al control de las armas y prestar apoyo a un Tratado sobre el Comercio de Armas sólido Nueva York - Los líderes políticos tienen una oportunidad histórica de poner los fines humanitarios y de derechos humanos por encima de los propios intereses y los beneficios cuando comiencen hoy en las Naciones Unidas las negociaciones finales sobre la regulación del comercio mundial de armas, han manifestado activistas de todo el mundo.La Coalición Armas bajo Control, formada por Amnistía Internacional, Oxfam y otras organizaciones de más de 125 países, ha pedido a los gobiernos que acuerden un tratado con estrictas reglas que garanticen el respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.Cada minuto muere una persona, por término medio, a causa de la violencia armada, y todos los días sufren abusos y lesiones miles más."En Siria, Sudán y la región africana de los Grandes Lagos, el mundo está siendo testigo una vez más del terrible coste humano del comercio irresponsable y claramente secreto de armas. ¿Por qué tienen que morir millones de personas más y que destruirse millones de vidas antes de que los líderes tomen conciencia y adopten medidas decisivas para controlar debidamente las transferencias internacionales de armas?", ha afirmado Brian Wood, director de la campaña Armas Bajo Control y Derechos Humanos de Amnistía Internacional."Las negociaciones en torno al Tratado sobre el Comercio de Armas son una prueba de fuego con la que demostrar que los líderes políticos se enfrentan a la realidad y acuerdan unas reglas que permitan poner fin a las trasferencias irresponsables de armas, que fomentan la comisión de graves abusos contra los derechos humanos."Si no se aprueba un Tratado sobre el Comercio de Armas exhaustivo, millones de civiles más morirán, resultarán heridos, serán víctimas de violación o se verán obligados a huir de sus hogares como consecuencia directa del comercio irresponsable y mal regulado de armas.En todas las regiones, la gente lleva decenios soportando el coste de un comercio de armas de más de 60.000 millones de dólares estadounidenses, que fomenta también los conflictos armados, la violencia y la corrupción y menoscaba gravemente los progresos en desarrollo."Se nos brinda una oportunidad única de hacer realmente del mundo un lugar más seguro. No estamos ante un tratado más, sino ante un instrumento que puede poner freno a un comercio que está creciendo vertiginosa y descontroladamente en estos momentos", ha señalado Anna Macdonald, directora de la campaña Armas bajo Control de Oxfam."Del Congo a Libia, de Siria a Malí, en todas partes se han sufrido las consecuencias del comercio no regulado de armas y municiones, que permite que estos conflictos causen un sufrimiento inmenso y se perpetúen. En las próximas semanas, los diplomáticos cambiarán el mundo o lo defraudarán", ha añadido Macdonald.No hay en la actualidad unas normas internacionales exhaustivas y jurídicamente vinculantes que regulen el comercio mundial de armas convencionales, y las lagunas y deficiencias son comunes en los mecanismos nacionales y regionales de control.Numerosos activistas de todo el mundo están determinados a hacer que los gobiernos pongan fin al enfoque "post-mortem" que se viene aplicando, que en algunos casos se traduce en embargos de armas impuestos por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero sólo tras haber fomentado el comercio irresponsable de armas una catástrofe humana.En su lugar hace falta con urgencia un Tratado sobre el Comercio de Armas que impida las transferencias de armas que fomentan los abusos contra los derechos humanos, la pobreza y los conflictos.Para que sus disposiciones sean efectivas, el Tratado sobre el Comercio de Armas debe exigir a los gobiernos que regulen estrictamente la venta y transferencia de todas las armas, municiones y equipo conexo utilizados en operaciones militares y de seguridad interna, desde los vehículos blindados hasta los misiles y los aviones, pasando por las armas pequeñas, las granadas y las municiones.Se debe exigir a los gobiernos que lleven a cabo rigurosas evaluaciones de riesgos antes de autorizar una transacción o transferencia internacional de armas e que informen públicamente de todas las autorizaciones y envíos. Comerciar sin permiso o desviar ilegalmente armas debe estar tipificado como delito o infracción de algún tipo en la legislación nacional.Se debe hacer rendir cuentas a quienes no cumplan con las obligaciones contraídas en virtud del Tratado."Es absurdo y terrible, además, que haya en la actualidad normas mundiales que regulan el comercio de fruta y de huesos de dinosaurio y no las haya para el comercio de armas de fuego y tanques", ha manifestado Jeff Abramson, director del secretariado de Armas bajo Control."Especialistas de todo el mundo están dirigiéndose a los medios de comunicación y haciendo campaña para que los gobiernos y los ministros negocien un Tratado sobre el Comercio de Armas que salve vidas tanto con políticas sólidas como con impacto directo sobre el terreno", ha añadido Abramson.Amnistía Internacional ha puesto de relieve cómo los seis mayores proveedores de armas del mundo -Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia- suministran grandes cantidades de armas a gobiernos represivos de todo el mundo, pese al riesgo sustancial de que se utilicen para cometer graves violaciones de derechos humanos. Entre estos suministros figuran envíos de armas estadounidenses a Egipto y Bahréin, así como de armas rusas y chinas a Sudán.Oxfam ha publicado recientemente una investigación que muestra el impacto que el comercio anual mundial de municiones por valor de 4.000 millones de dólares estadounidenses tiene en las poblaciones más pobres del mundo, en particular en las de Estados frágiles o asolados por conflictos, como Afganistán y Somalia.La mayoría de los gobiernos quieren ver aprobado el texto de un tratado sólido el 27 de julio, pero hay algunos que han estado intentando suavizar las disposiciones y definiciones del tratado. Estados Unidos, China, Siria y Egipto han expresado recientemente su oposición a la inclusión de la munición. China quiere que se excluyan las armas pequeñas y los "regalos", mientras que varios gobiernos de Oriente Medio se oponen a los criterios de derechos humanos del tratado.Numerosas personas de todo el mundo van a aumentar la presión sobre su líderes para que aprueben un Tratado sobre el Comercio de Armas sólido en la próximas semanas, pues se espera que las negociaciones concluyan al final de julio.