Hamás y otros grupos armados palestinos violaron de forma flagrante el derecho internacional y dieron muestra de un terrible desprecio por la vida humana al llevar a cabo brutales y crueles crímenes entre los que figuran ejecuciones sumarias en masa, tomas de rehenes y el lanzamiento indiscriminado de ataques con cohetes contra Israel, ha dicho hoy Amnistía Internacional. Mientras siguen apareciendo datos del horror que se desató en el sur de Israel, Amnistía Internacional sigue investigando para determinar todos los crímenes de derecho internacional cometidos.

En Israel, más de 1.200 personas —en su mayoría civiles, incluidos niños y niñas— han sido asesinadas, y 2.400 han resultado heridas desde que comenzaran los ataques en la madrugada del 7 de octubre. En Gaza, al menos 1.200 personas, entre ellos niños y niñas, han muerto por la represalia de las fuerzas armadas israelíes. El bloqueo que acaba de intensificarse, y que corta por completo el suministro de agua, electricidad, alimentos y combustible, agrava la ya catastrófica crisis humanitaria de Gaza. El bloqueo impuesto por Israel constituye un castigo colectivo, que es también un crimen de guerra.

En las imágenes de vídeo analizadas por el Laboratorio de Pruebas del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional y correspondientes al primer día de los ataques aparecen combatientes palestinos disparando de forma deliberada contra civiles y tomando civiles como rehenes. En uno de los incidentes más atroces, que tuvo lugar en el festival Nova Music, murieron al menos 260 civiles, y otras personas continúan desaparecidas.

Hemos verificado vídeos escalofriantes en los que aparecen hombres armados disparando a civiles y llevándose a la fuerza a personas como rehenes. En un estremecedor vídeo se ve a hombres armados haciendo desfilar a una mujer por el centro de Gaza, como si se tratara de una pesadilla. Todos los civiles que fueron secuestrados, entre los que hay niños y niñas, deben ser puestos en libertad de inmediato. Agnès Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional

“La masacre de civiles es un crimen de guerra, y estos reprobables ataques no pueden justificarse. Hemos verificado vídeos escalofriantes en los que aparecen hombres armados disparando a civiles y llevándose a la fuerza a personas como rehenes. En un estremecedor vídeo se ve a hombres armados haciendo desfilar a una mujer por el centro de Gaza, como si se tratara de una pesadilla. Todos los civiles que fueron secuestrados, entre los que hay niños y niñas, deben ser puestos en libertad de inmediato. Estos crímenes deben ser examinados como parte de la investigación iniciada por la Corte Penal Internacional (CPI) sobre los crímenes cometidos por todas las partes en el conflicto actual”, ha afirmado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

“El ampliamente documentado historial de crímenes de guerra de Israel no justifica las terribles acciones cometidas por los grupos armados palestinos, ni exonera a éstos de cumplir con la obligación que les impone el derecho internacional humanitario de respetar los principios fundamentales de humanidad y protección de la población civil.”

Este análisis se centra en algunos de los crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos que Hamás y otros grupos armados palestinos llevan cometiendo desde el 7 de octubre. Se trata del primer documento informativo de la investigación que Amnistía Internacional realiza actualmente sobre la escalada de violencia y violaciones de derechos humanos que está teniendo lugar en Gaza e Israel. En Gaza han muerto al menos 1.200 personas palestinas y han resultado heridas más de 5.600.

“Mientras las represalias de las fuerzas israelíes aniquilan Gaza, Amnistía Internacional insiste en que no se va a obtener ni seguridad ni justicia mediante el baño de sangre de Gaza y el castigo colectivo”, ha añadido Agnès Callamard.

Los ataques contra Israel comenzaron con un incesante lanzamiento indiscriminado de cohetes desde Gaza, al que siguió una incursión en Israel por parte de Hamás y otros grupos armados palestinos. Miles de cohetes aterrizaron en varias zonas del centro y el sur de Israel, y llegaron hasta Tel Aviv. Estos ataques ilegítimos mataron a personas israelíes y palestinas. Además, alcanzaron algunas localidades palestinas no identificadas de la región del Néguev/Naqab y mataron al menos a seis civiles, cinco de ellos menores de edad. Estas comunidades abandonadas ya viven en situación precaria y sin acceso a refugios.

Además de las espantosas ejecuciones sumarias de civiles que tuvieron lugar en varios lugares de toda la parte meridional de Israel, al menos 150 rehenes —incluidos niños, niñas y personas extranjeras— han sido llevados a Gaza, según las autoridades israelíes.

El secuestro de rehenes civiles está prohibido por el derecho internacional, y la toma de rehenes es un crimen de guerra. Todas las personas civiles tomadas como rehenes deben ser liberadas de inmediato, sin condiciones, e ilesas. Todas las personas cautivas han de ser tratadas con humanidad, de acuerdo con el derecho internacional, y se les debe dispensar tratamiento médico.

En los vídeos verificados por Amnistía Internacional aparecen combatientes de Hamás secuestrando y matando de forma intencionada a civiles en las comunidades residenciales israelíes próximas a la Franja de Gaza, y en sus alrededores, el 7 de octubre.

Otras imágenes del mismo día muestran a seis hombres vestidos con uniforme militar que se llevan a cuatro civiles con las manos atadas a la espalda. En otro vídeo del mismo lugar se ven los cuerpos sin vida de esas personas. Amnistía verificó vídeos con imágenes estremecedoras parecidas, grabadas en el kibutz Kfar Azak, el kibutz Re’im y a lo largo de la carretera 232, en las que se ve a hombres armados disparando a corta distancia contra automóviles y contra una persona civil que se esconde en un refugio contra bombardeos.

Luego diría que estuvieron echando combustible por todos lados para quemar la zona, porque podía oír y oler la quema. Entonces me di cuenta de que no tenía elección: o huía y me disparaban o ardía en mi escondite. Sobreviviente de un ataque

Por ejemplo, en los vídeos del kibutz Be’eri analizados por Amnistía se ve a dos hombres vestidos con uniforme militar que disparan a corta distancia contra un vehículo y matan al conductor y a dos pasajeros, y luego ingresan en la comunidad. Posteriormente puede verse cómo los tres cadáveres son sacados del vehículo por dos hombres armados.

Ataque contra el festival Nova Music

Un incidente que se saldó con un número especialmente alto de víctimas civiles fue el ataque contra el festival Nova Music, que se celebraba cerca de la frontera con Gaza, y en el que murieron al menos 260 personas. El ataque contra el festival empezó hacia las 7 o 7.30 de la mañana con un incesante lanzamiento de cohetes desde Gaza, seguido de disparos efectuados por combatientes de grupos armados. El Laboratorio de Pruebas del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional pudo verificar el lugar y el momento de 18 vídeos, grabados principalmente por sobrevivientes. Al menos uno de los vídeos parece haber sido grabado por miembros de los grupos armados involucrados.

En siete vídeos verificados aparecen hombres armados disparando a civiles, mientras en segundo plano se oyen sonidos ininterrumpidos de disparos. En cinco vídeos aparecen personas que tratan de escapar, especialmente a través de un campo cercano o escondiéndose tras unos arbustos. En un vídeo, un hombre armado dispara directamente a una persona civil tumbada en el suelo. En otro, unos hombres armados disparan directamente contra los vehículos que tratan de escapar de la zona del festival. En cinco vídeos aparecen personas que son tomadas como rehenes.

Amnistía Internacional habló con un sobreviviente de 22 años. Tan pronto como se desató la conmoción corrió hacia una zona boscosa, donde cavó un agujero con las manos y se enterró entre los árboles, utilizando todo lo que halló cerca para cubrir su cuerpo. Se quedó allí seis horas, durante las que oyó disparos constantes. En un momento dado, levantó la cabeza lo suficiente como para ver a milicianos disparar por la espalda a personas que huían.

“Luego diría que estuvieron echando combustible por todos lados para quemar la zona, porque podía oír y oler la quema. Entonces me di cuenta de que no tenía elección: o huía y me disparaban o ardía en mi escondite. No puedo dormir por las noches y no puedo estar solo. Cada vez que intento cerrar los ojos me viene a la mente el horror de esa escena: cuerpos por todos lados, gente atrapada en coches que estaban ardiendo, el olor de la sangre…”, explicaba.

Yaacov Argamani, cuya hija Noa fue tomada como rehén, dijo que empezó a preocuparse el sábado por la mañana, tras oír las sirenas y no poder comunicarse con ella. Afirmó:

“Sentí que algo no iba bien. Tuve un mal presentimiento. No puedo explicarlo: soy padre, y sabes que cuando los padres y madres sentimos que algo no va bien no podemos explicarlo. Así que intenté ponerme en contacto con ella, pero no lo logré.”

Yaacov llamó a hospitales preguntando por su hija, pero su nombre no estaba en los registros. Después recibió una llamada de alguien que le dijo que había visto un vídeo en el que se llevaban a Noa en una motocicleta hacia la Franja de Gaza. Explicó a Amnistía Internacional:

“No podía creerlo; sólo lo pude creer después, cuando vi más vídeos, y pude ver cómo la llevaban hacia la Franja de Gaza en una motocicleta y a su novio en otro vehículo cerca de ella. No puedo dejar de pensar en ella.”

Uri David, cuyas hijas Tair y Hodaya David están desaparecidas, afirmó en una conferencia de prensa el 9 de octubre:

“Han pasado 48 horas y muchas familias no saben nada. Nada. Estuve hablando con mis hijas por teléfono ayer por la mañana. Estaban tumbadas en el suelo […] mientras yo oía al fondo el sonido de lo que parecía ser un campo de tiro y […] gritos en árabe. Cuando lo escuché les dije que se tiraran al suelo y se tumbaran, boca abajo, y que se cogieran de las manos. Y que ni respiraran. Que contuvieran el aliento. No era fácil. Estuve al teléfono con ellas cerca de 30 minutos. Hasta que oí cuatro respiraciones, un fuerte jadeo… y ya no respondieron. Pido al mundo entero que vea esto. Tenemos que hacer que nuestros hijos e hijas vuelvan lo antes posible.”

Llamamientos a la acción para poner fin a unas atrocidades recurrentes

Amnistía Internacional hace un llamamiento a la comunidad internacional para que tome todas las medidas necesarias a fin de garantizar que los derechos humanos de las poblaciones de Palestina e Israel se respetan totalmente, y para ofrecer justicia y reparación a las víctimas. 

Amnistía Internacional también hace un llamamiento a las autoridades israelíes y a los grupos armados palestinos para que se rijan estrictamente por el derecho internacional humanitario: ante todo, garantizando humanidad durante la conducción de las hostilidades, tomando las precauciones necesarias para minimizar el daño a la población civil y a los bienes de carácter civil, y evitando cometer ataques ilegítimos e imponer castigos colectivos a la población civil. 

Amnistía Internacional hace un llamamiento a los grupos armados palestinos en Gaza para que liberen a todos los rehenes civiles inmediata e incondicionalmente. 

La organización reitera su llamamiento a Israel para que ponga fin al bloqueo ilegal que viene imponiendo en Gaza desde hace 16 años, empezando por suspender de inmediato las aún mayores restricciones desde la semana pasada. Israel debe poner fin a los ataques ilegítimos que acaban con la vida de civiles o les causan heridas y que destruyen viviendas e infraestructuras civiles. 

Amnistía Internacional insta además al gobierno israelí a abstenerse de incitar a la violencia y las tensiones en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, y a garantizar la seguridad de todos los civiles que viven bajo su control.

En 2021, la Corte Penal Internacional abrió una investigación sobre la situación en el Estado de Palestina. Su mandato incluye los crímenes previstos por el derecho internacional cometidos por todas las partes en el conflicto actual, como acaba de reiterar, así como el crimen de lesa humanidad de apartheid cometido contra la población palestina. Amnistía Internacional insta al fiscal de la CPI a acelerar su investigación y a incluir los recientes crímenes cometidos por todas las partes.

Los últimos ataques sobre Israel deben considerarse en el contexto de la situación en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, pero Amnistía Internacional reitera en los términos más enérgicos posibles que nada puede justificar un crimen de guerra.

Las injusticias y violaciones que forman parte de las causas estructurales de esta violencia deben abordarse con urgencia. La población civil seguirá pagando un precio muy alto si Israel no desmantela el sistema de apartheid que ha impuesto a la población palestina, lo que incluye acabar con su bloqueo ilegal de Gaza. 

Marco jurídico

El derecho internacional humanitario es de aplicación en situaciones de conflicto armado y establece obligaciones para todas las partes beligerantes con el fin de proteger a la población civil y reducir el sufrimiento humano durante la guerra. El enfrentamiento entre las fuerzas israelíes y Hamás y otros grupos armados palestinos se rige por las normas sobre la conducción de las hostilidades que le son aplicables, entre ellas el derecho internacional humanitario consuetudinario. De particular relevancia para este contexto es la prohibición de ataques directos contra civiles, asesinatos, toma de rehenes y ataques indiscriminados.

Un principio fundamental del derecho internacional humanitario es que las partes en el conflicto nunca deben dirigir ataques contra civiles y han de tomar todas las medidas posibles para evitar el daño a civiles y la destrucción de infraestructuras civiles.

Los ataques indiscriminados, incluidos los que utilizan medios de combate que no pueden ser dirigidos contra objetivos militares concretos, como son los cohetes lanzados por los grupos armados palestinos desde Gaza, también están prohibidos. También prohíbe la toma de rehenes, que consiste en el secuestro o la detención de una persona con la amenaza de matarla, herirla o mantenerla detenida, a fin de obligar a un tercero a hacer o abstenerse de llevar a cabo un acto determinado como condición para la liberación o la seguridad de la persona retenida como rehén. La vulneración de estas normas constituye crimen de guerra, que entraña una responsabilidad penal individual para quienes hayan planificado, aprobado u ordenado la conducta ilegal de que se trate.  

Información complementaria

Desde 2007, Israel impone un bloqueo por tierra, mar y aire sobre la Franja de Gaza, lo que supone el castigo colectivo de toda su población. El enfrentamiento actual es, desde entonces, la sexta mayor operación militar entre Israel y grupos armados en Gaza.

En junio de este año, Amnistía Internacional publicó una investigación sobre la ofensiva de mayo de 2023 sobre la Franja de Gaza, determinando que Israel había destruido ilegalmente viviendas palestinas, a menudo sin que existiera una necesidad de carácter militar, lo que constituye un forma de castigo colectivo contra la población civil.

En el informe que publicó en febrero de 2022, Amnistía Internacional explicaba que las fuerzas israelíes habían cometido en Gaza (así como en Cisjordania e Israel) actos prohibidos por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la Convención contra el Apartheid, como parte de un ataque sistemático y generalizado contra civiles con el propósito de mantener un sistema de opresión y dominación sobre la población palestina, y que, por tanto, constituía el crimen de lesa humanidad de apartheid.

Los informes previos de Amnistía Internacional sobre los crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos en el marco del enfrentamiento entre Israel y grupos armados palestinos pueden consultarse aquí.

Amnistía Internacional es una organización de derechos humanos imparcial y tiene entre sus propósitos garantizar que todas las partes en un conflicto armado respeten el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos. Así, en futuros informes, Amnistía Internacional investigará la acción militar de Israel en la Franja de Gaza con el fin de determinar si está cumpliendo con las normas del derecho internacional humanitario, como tomar todas las precauciones necesarias para minimizar el daño a los civiles y los bienes de carácter civil, abstenerse de cometer ataques ilegítimos y aplicar castigos colectivos a la población civil, según establece el derecho internacional. Amnistía Internacional seguirá haciendo seguimiento de las actividades de Hamás y los grupos armados palestinos.

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