Dos años después de que estallara la indignación internacional por su condena a morir lapidada, Sakineh Mohammadi Ashtiani permanece encarcelada en el noroeste de Irán, y al parecer aún se enfrenta a su pena de lapidación. Su abogado, Javid Houtan Kiyan, detenido por defenderla, permanece recluido como preso de conciencia y, según los informes, ha sido condenado a una larga pena de prisión. Se cree que durante su encarcelamiento ha sido torturado.Hay informes recientes, aunque no confirmados, que indican que las autoridades iraníes ya no tienen intención de ejecutar la pena de lapidación impuesta a Sakineh Mohammadi Ashtiani en 2006. Estos informes destacan la necesidad de que se aclare el destino de esta mujer.Según un artículo publicado el 25 de junio de 2012 en el periódico The Times [de Londres], Mohammad Mostafaie, uno de los abogados anteriores de Sakineh Mohammadi Ashtiani, ha dicho haber tenido noticia de que la pena de lapidación se había "levantado" y que Sakineh "podría ser liberada" antes de terminar de cumplir su pena.Aunque esta sería una buena noticia, Amnistía Internacional no tiene conocimiento de que haya habido confirmación oficial alguna al respecto. Si Sakineh Mohammadi Ashtiani ya no está condenada a lapidación, las autoridades iraníes deben declararlo públicamente, y deben aclarar la actual situación jurídica de esta mujer, incluida cualquier pena de prisión que le haya sido impuesta.Según el actual Código de Procedimiento Penal iraní, toda persona condenada a lapidación debe permanecer recluida hasta que se ejecute la condena. La vida de Sakineh Mohammadi Ashtiani parece pender de un hilo: si su pena de lapidación no se ha levantado, entonces podría ejecutarse en cualquier momento, pues ya había sido enviada anteriormente ala Oficinade Aplicación de Condenas.Si Sakineh Mohammadi Ashtiani sigue estando condenada a muerte por lapidación, Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades iraníes para que anulen dicha pena y para que no ejecuten a esta mujer por ningún otro método.Amnistía Internacional consideraría a Sakineh Mohammadi Ashtiani presa de conciencia y pediría su liberación inmediata si Sakineh permanece recluida exclusivamente por haber mantenido relaciones sexuales consentidas.Además, Amnistía Internacional pide la liberación inmediata e incondicional del último abogado de Sakineh Mohammadi Ashtiani, Javid Houtan Kiyan, detenido en octubre de 2010 junto con el hijo de Sakineh Mohammadi Ashtiani y dos periodistas alemanes (los tres han sido ya puestos en libertad). Se cree que Javid Houtan Kiyan ha sido condenado a al menos cuatro años de prisión y a una inhabilitación profesional de cinco años por cargos como "difundir propaganda contra el sistema" y "reunión y colusión con objeto de atentar contra la seguridad del Estado", y puede ser juzgado por el cargo de espionaje, punible con la pena capital.En marzo de 2011 salió a la luz una carta escrita, según se cree, por Javid Houtan Kiyan en prisión, en la que afirma haber sido torturado. Por su parte, Naghi Mahmoudi, abogado de Javid Houtan Kiyan que ha huido del país, asegura haber obtenido una carta de tres páginas escrita recientemente por su cliente, que permanece recluido enla PrisiónCentralde Tabriz.En la nueva carta, Javid Houtan Kiyan reitera haber sufrido tortura física y psicológica "como un balón de fútbol al que dan patadas de un lado a otro", y dice que, desde su detención, todos los días ha deseado morir. Afirma que lo trasladaron de una sección de la prisión que alberga a los condenados por delitos económicos a la sala de "metadona", donde se recluye a los drogadictos. También afirma que sigue siendo sometido a tortura y que, aunque ha escrito a diversas instancias judiciales para denunciarlo, sus cartas no han servido de nada, por lo que ha perdido toda esperanza. Añade además que le han impedido ver a su hija de corta edad.Amnistía Internacional insta una vez más a las autoridades iraníes a llevar a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e independiente sobre las denuncias de tortura formuladas por Javid Houtan Kiyan, y pide que los responsables de los abusos sufridos por este abogado comparezcan sin demora ante la justicia, en procesos que cumplan plenamente las normas internacionales sobre juicios justos.Mientras llega el momento de su liberación, Javid Houtan Kiyan debe tener acceso inmediato a su familia, a un abogado de su elección, a un médico independiente y a la atención médica que pueda necesitar.Información complementariaSakineh Mohammadi Ashtiani es una mujer de 44 años, madre de dos hijos. Detenida en 2005, en 2006, tras un juicio injusto, fue declarada culpable de "adulterio estando casada", delito castigado con la pena preceptiva de lapidación. Sakineh Mohammadi Ashtiani ya había sido condenada anteriormente a flagelación por "relaciones ilícitas". En mayo de 2007, el Tribunal Supremo confirmó la pena de lapidación. Posteriormente,la Comisiónde Amnistía e Indulto rechazó en dos ocasiones su petición de indulto.Sakineh Mohammadi Ashtiani también fue declarada culpable de implicación en el asesinato de su esposo, Ebrahim Qaderzadeh, por el que fue condenada a 10 años de prisión. Esta condena fue confirmada inicialmente por el Tribunal Supremo. Sin embargo, según Javid Houtan Kiyan, una revisión judicial llevada a cabo en 2009 por el Tribunal Supremo concluyó con la modificación de la declaración de culpabilidad por el cargo de asesinato a una declaración de culpabilidad por el cargo de "complicidad" en asesinato. A consecuencia de ello, afirmaba el abogado, la condena se redujo a cinco años -la pena máxima para este último delito-, aunque el abogado no pudo proporcionar documentos a este respecto antes de ser detenido.Sakineh Mohammadi Ashtiani, perteneciente a la minoría azerbaiyana de Irán, tiene como lengua materna el túrquico azerí, y es posible que no comprendiera totalmente los procedimientos judiciales a los que fue sometida, ya que en ningún momento se le ofreció una traducción del persa.Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente a las autoridades iraníes que despenalicen las relaciones sexuales consentidas entre adultos. En el Código Penal revisado, aprobado en febrero de 2012 pero que aún no ha entrado en vigor, se ha eliminado la pena de lapidación, aunque sigue siendo delito mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Por otra parte, el artículo 167 dela Constituciónde Irán da instrucciones a los jueces para que utilicen el derecho islámico en los casos que no estén contemplados por el derecho codificado.Por tanto, la organización teme que, aunque el Código Penal revisado no establece explícitamente la pena de lapidación, los jueces puedan seguir imponiéndola basándose en fuentes del derecho islámico, según esta disposición constitucional.El nuevo Código Penal sigue además permitiendo que los jueces decidan sobre los fundamentos de un caso basándose exclusivamente en su "conocimiento" subjetivo (elm e qazi), una de las muchas cuestiones que preocupan a Amnistía Internacional respecto a la imparcialidad de los procedimientos judiciales en Irán. Fue en la disposición existente en el actual Código Penal sobre el "conocimiento del juez" en la que se basaron los tres jueces que aprobaron por mayoría la condena de muerte por lapidación contra Sakineh Mohammadi Ashtiani.Amnistía Internacional considera que la lapidación es una forma especialmente repugnante y atormentadora de ejecución, y se opone a la pena de muerte en todos los casos, por constituir una violación del derecho a la vida y el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante.La muerte por lapidación viola los artículos 6 [el derecho a la vida] y 7 [prohibición de la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes] del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Irán es Estado Parte.