Amnistía Internacional hizo el miércoles un llamamiento directo a los gobiernos que están negociando un Tratado sobre el Comercio de Armas potencialmente histórico, instándoles a tener en cuenta que un acuerdo sólido podría salvar millones de vidas.Seydi Gassama, director de Amnistía Internacional Senegal, se dirigió a los diplomáticos que en estos momentos, en la sede neoyorquina de las Naciones Unidas, mantienen conversaciones cruciales sobre un posible acuerdo que podría poner fin al comercio de armas irresponsable y deficientemente regulado.Gassama les pidió que "tuvieran perspectiva de futuro y no desaprovechasen esta oportunidad única [...] de poner fin a las políticas de control de armas regidas por el denominador común de la 'bolsa para cadáveres', que viene a imponer embargos cuando las matanzas ya han durado demasiado".Cada año, millones de personas mueren, resultan heridas, violadas y reprimidas, y se ven obligadas a huir de sus hogares como consecuencia del comercio irresponsable y mal regulado de armas.Gassama se pronunció junto a compañeros de la coalición Aras bajo Control, garantizándose así que los responsables de alcanzar un acuerdo para finales de mes escuchen la voz de millones de personas que piden un tratado sólido que proteja los derechos humanos.Mientras tenían lugar las negociaciones, se informó al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la actual situación siria y se le instó a proteger a la población civil en el conflicto de la zona oriental de República Democrática del Congo, que está intensificándose.La pérdida de vidas civiles y el sufrimiento en esos países constituyen un crudo recordatorio que debe hacer a los gobiernos reflexionar sobre por qué es necesario un Tratado sobre el Comercio de Armas sólido que ayude a evitar en adelante que muchos millones de civiles más mueran o sus vidas queden arruinadas."Debería ser inconcebible que un gobierno pueda suministrar armas, municiones o armamento de cualquier tipo a otro gobierno de un país donde probablemente se vayan a utilizar dichas armas para perpetrar graves violaciones de derechos humanos o facilitar su comisión", dijo Gassama a los diplomáticos.Actualmente no existen normas internacionales legalmente vinculantes y de amplio espectro que rijan el comercio internacional de armas convencionales y abundan las lagunas en los controles tanto nacionales como regionales.Amnistía Internacional quiere que se adopte una "Regla de Oro" que regule la transferencia de armas. Dicha regla exigiría a todos los Estados que, cuando planeen transferir armas internacionalmente, realicen previamente una evaluación de riesgos rigurosa basada en información objetiva, con el fin de garantizar que no existe un riesgo importante de que las armas se utilicen para cometer graves violaciones de derechos humanos o facilitar su comisión, incluidos delitos de derecho internacional. Si existiera un riesgo importante de que fueran a producirse tales violaciones, la transferencia no debe realizarse.