Con absoluto cinismo, Corea del Norte, Irán y Siria han frustrado la aprobación del Tratado sobre el Comercio de Armas, que tiene por objeto prohibir a los Estados transferir armas convencionales a otros países si saben que van a ser utilizadas para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra o facilitar su comisión. Así se ha expresado hoy Amnistía Internacional desde la sede las Naciones Unidas en Nueva York.Los tres países están sometidos a algún tipo de sanciones, incluidos embargos de armas, y tienen pésimos historiales en materia de derechos humanos, habiendo llegado incluso a utilizar armas contra sus propios ciudadanos. Son precisamente este tipo de atrocidades cometidas por ellos las que se pretende prevenir con el proyecto de tratado."Aunque el presidente de la conferencia diplomática podrá llevar el proyecto de tratado a la Asamblea General para su aprobación durante el actual periodo de sesiones, la decisión de Corea del Norte, Irán y Siria de impedir que se adopte por unanimidad en la conferencia convocada con tal fin es inadmisible", ha explicado desde Nueva York Brian Wood, director de la campaña Armas bajo Control y Derechos Humanos de Amnistía Internacional."Los Estados deben seguir adelante para aprobar este tratado lo antes posible. La resolución por la que se convocó la conferencia diplomática preveía que, si los Estados no alcanzaban el consenso, la Asamblea General tomara cartas en el asunto. Hablando en nombre de 11 Estados clave, Kenia se ha mostrado partidaria precisamente de esta iniciativa."El proyecto de tratado obliga a todos los gobiernos a evaluar el riesgo de transferir armas, municiones o componentes a otros países donde puedan ser utilizados para cometer o facilitar graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Los Estados han acordado que, si ese riesgo fundamental es real y no puede mitigarse, la transferencia no se lleve a cabo."Al vetar este documento histórico, Corea del Norte, Irán y Siria ponen de manifiesto las dificultades que la sociedad civil y los gobiernos favorables al tratado han encontrado durante las negociaciones -ha señalado Widney Brown, directora general de Derecho Internacional y Política de Amnistía internacional-. En el marco de nuestra campaña en favor de este tratado, instamos a los Estados a salvar vidas y reducir el sufrimiento humano, y, afortunadamente, la mayoría de los gobiernos escucharon el llamamiento."Se espera que la Asamblea General apruebe el proyecto de tratado durante el actual periodo de sesiones, pero, al destruir el consenso, Corea del Norte, Irán y Siria han mostrado lo frágiles que son estos acuerdos.A pesar del apoyo abrumador que ha recibido el tratado, algunos Estados se valen todavía de grandes intereses económicos, el ejercicio del poder político e incluso expresiones de soberanía para justificar actos a todas luces censurables, como atacar y matar a sus propios ciudadanos.