La noticia de que Guatemala podría conceder una amnistía al ex presidente Effrain Ríos Montt convierte su enjuiciamiento en una farsa y hace retroceder al país más de 10 años, ha manifestado Amnistía Internacional.Ríos Montt se enfrenta a un nuevo juicio por genocidio y crímenes de lesa humanidad."Es una alarmante noticia que, si se confirma, hará retroceder al país decenios -ha afirmado Sebastián Elgueta, investigador de Amnistía Internacional sobre Guatemala-. Jamás puede aplicarse una amnistía en caso de genocidio y crímenes de lesa humanidad.""Con tal decisión, las autoridades guatemaltecas destruyen con una simple firma decenios de progreso en los esfuerzos por hacer justicia a las decenas de miles de personas que murieron o desaparecieron durante los oscuros tiempos del conflicto."Según los medios de comunicación, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala ha ordenado que se explique con más detalle por qué se rechazó la solicitud de amnistía de Ríos Montt. Cabe pensar, por tanto, que se esté considerando realmente la posibilidad de concederle una amnistía y se cierre la causa abierta con él y contra otras personas acusadas de delitos similares."Conceder a Ríos Montt una amnistía supone dejar que se libre de tener que responder del cargo de genocidio. También se beneficiarán de tal decisión otras personas acusadas o declaradas culpables de cometer desapariciones forzadas, violencia sexual sistemática, tortura y homicidios. Será un terrible desastre para las víctimas y sus familiares, y no debe permitirse jamás que ocurra", ha explicado Sebastián Elgueta"Las amnistías son una tragedia para las víctimas, pues bloquean los esfuerzos por proporcionarles verdad, justicia y reparación, y también lo son para la sociedad en general, ya que impiden el examen y el reconocimiento pleno de lo ocurrido en los periodos de comisión generalizada de abusos contra los derechos humanos."En mayo de 2013, Ríos Montt fue juzgado, declarado culpable y condenado a 80 años por su participación en el homicidio de casi 2.000 indígenas ixiles entre 1982 y 1983. La Corte de Constitucionalidad anuló la sentencia condenatoria 10 días más tarde en virtud de un tecnicismo jurídico.Entre 1960 y 1996, Guatemala estuvo sumida en un sangriento conflicto armado interno, que enfrentó al ejército con la guerrilla. Durante esta guerra desarrollada a lo largo de 36 años fueron asesinadas o desaparecieron más de 200.000 personas, entre hombres, mujeres, niños y niñas, que eran en su mayoría indígenas.