Alrededor de 150 romaníes, entre ellos unos 60 menores de edad, se han quedado sin hogar en las afueras de París tras su desalojo forzoso y la demolición de sus viviendas la mañana del lunes; así lo ha afirmado Amnistía Internacional. El desalojo forzoso de Noisy-le-Grand, departamento de Seine-Saint-Denis, en el este de la capital, constituye la más reciente de una serie de operaciones semejantes realizadas en los últimos meses en asentamientos de romaníes de todo Francia."Las autoridades de Seine-Saint-Denis han incumplido totalmente sus obligaciones en materia de derechos humanos al concebir y ejecutar esta operación, que equivale a un desalojo forzoso" ha afirmado Marek Marczy?ski, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central."En un escenario que ya es demasiado habitual para las comunidades romaníes de todo Francia, se ha vuelto a dejar sin hogar a decenas de familias con hijos de corta edad porque las autoridades locales no les han proporcionado alojamiento alternativo."Hasta 150 romaníes procedentes de Rumania vivían en barracones en el asentamiento de Noisy-le-Grand desde hace dos años.En abril de este año, un tribunal del municipio cercano de Bobigny resolvió que el asentamiento debía ser desalojado el 13 de junio o a partir de esa fecha. En su resolución, el tribunal citaba las precarias condiciones del campamento y señalaba que, dado el elevado número de niños, se concedería un aplazamiento de dos meses -el plazo normalmente establecido en la mayoría de los casos de desalojo- para que los residentes tuvieran tiempo de encontrar alojamiento alternativo.El 8 de octubre, la prefectura de Seine-Saint-Denis convocó una reunión para debatir la mejor manera de acometer las operaciones de desalojo del asentamiento no autorizado de Noisy-le-Grand. Aunque a la reunión asistieron ONG locales, la comunidad romaní no fue invitada, y no se facilitó una fecha exacta para el desalojo previsto.La semana anterior al desalojo, agentes de policía y representantes de la prefectura visitaron el asentamiento en varias ocasiones y advirtieron informalmente a los residentes de que el desalojo tendría lugar la mañana del 15 de octubre. Desde mediados de septiembre, agentes de policía -a menudo vestidos de civil- habían visitado varias veces el campamento para decir a sus habitantes que se marcharan y que el desalojo era inminente, dejándolos con la incertidumbre de cuándo se iba a efectuar realmente el desalojo.Según información publicada en medios de comunicación y el testimonio de activistas locales, hacia las ocho y cuarto de la mañana del lunes, unos 10 furgones policiales rodearon el asentamiento y se dio sólo una hora a los residentes para recoger sus pertenencias y marcharse. Transcurrido ese tiempo, el asentamiento fue evacuado y las máquinas excavadoras empezaron a destruir los barracones.Los residentes del campamento llevan todo el día esperando ante la oficina del alcalde, quien hasta ahora ha declinado reunirse con nadie para tratar sobre la operación de desalojo de esta mañana. Los 150 romaníes siguen esperando a las puertas del ayuntamiento, sin soluciones sobre dónde cobijarse."Estamos sumidos en el caos. Intentamos dar con una solución para que no duerman esta noche en la calle" explicó el activista local Didier Cusserne a Amnistía Internacional."La actuación precipitada de las autoridades ha sumido a decenas de familias romaníes en esta situación tan trágica en Noisy-le-Grand; ahora deben trabajar con la comunidad para encontrar una solución aceptable de alojamiento alternativo que se ajuste a las normas internacionales de derechos humanos" ha afirmado Marczy?ski."Las autoridades francesas deben garantizar que los desalojos que llevan a cabo se ajustan a las obligaciones internacionales del gobierno francés en materia de derechos humanos. No se puede dejar a familias sin hogar tras los desalojos."El desalojo del asentamiento informal de Noisy-le-Grand aparece en un nuevo informe sobre desalojos forzosos de romaníes en la región de Ile-de-France que Amnistía Internacional va a presentar el próximo mes.