Coincidiendo con el primer aniversario del lanzamiento de la ofensiva de las fuerzas iraquíes y la coalición dirigida por Estados Unidos para recuperar el control de la ciudad de Mosul, en manos del grupo armado autodenominado Estado Islámico, Samah Hadid, directora de Campañas sobre Oriente Medio para Amnistía Internacional, ha dicho:

“La batalla de Mosul ha tenido consecuencias catastróficas para los habitantes de la ciudad. En los combates murieron familias enteras, y aún hay muchas personas enterradas bajo los escombros. Los contendientes dieron muy poco valor a las vidas civiles. Muchas de las personas que tuvieron la suerte de escapar viven ahora en condiciones insoportables en campamentos improvisados y tienen un futuro incierto.

“La comunidad internacional no debe olvidarse de la gente de Mosul. Es urgente que se financie ayuda humanitaria para más de 800.000 personas que ahora viven en tiendas de campaña sin un acceso adecuado a atención médica, alimentos y agua.

“Ahora muchas de las personas desplazadas viven también atemorizadas. Aumentan las desapariciones forzadas a manos de fuerzas gubernamentales, junto con juicios apresurados y sin garantías, seguidos de ejecuciones llevadas a cabo a partir de confesiones extraídas bajo tortura. Instamos a las autoridades iraquíes a que garanticen que todos los juicios cumplen las normas internacionales sin recurrir a la pena de muerte.

“También es importante que el gobierno iraquí y la coalición dirigida por Estados Unidos reconozcan la grave pérdida de vidas civiles que provocó la operación de Mosul, así como su papel en ella. Deben garantizar que las violaciones denunciadas se investigan imparcialmente y que los responsables rinden cuentas. La población de Mosul merece saber que habrá justicia y reparación para las víctimas y sus familias. Y el mundo necesita ver que hemos aprendido las lecciones de la batalla de Mosul para que a la población civil atrapada en otras batallas se le ahorren consecuencias tan catastróficas.

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