Jeong Sang-un, de 84 años, al parecer está detenido en un campo penitenciario para presos políticos en Corea del Norte tras ser devuelto al país por las autoridades chinas. Se sabía que al regresar no gozaba de buena salud. Dada su avanzada edad y las duras condiciones reinantes en el campo penitenciario, la vida de Jeong Sang-un corre peligro.Jeong Sang-un, ex minero del carbón que combatió a favor de Corea del Sur y fue capturado por los norcoreanos durante la guerra de Corea (1950-53), cruzó la frontera de Corea del Norte con China, no se sabe exactamente por qué motivo, en septiembre de 2009. Desde que comenzó la escalada de la crisis alimentaria en Corea del Norte, a comienzos de la década de 1990, son miles los norcoreanos que cruzan a China cada año en busca de comida y asilo. Poco después de su llegada a China, las autoridades detuvieron a Jeong Sang-un en la provincia de Jilin hasta su devolución a Corea del Norte en febrero. Cuando regresó, se sabía que estaba muy delicado de salud, y no podía caminar sin ayuda. Al llegar a Corea del Norte, Jeong Sang-un no fue juzgado, y lo enviaron directamente al campo penitenciario para presos políticos (kwanliso) de Yodok, en la provincia de Hamkyung Meridional.Según afirman ex detenidos y sus familiares, en el kwanliso de Yodok, donde está recluido Jeong, el suministro de alimentos y medicinas es insuficiente y a los presos se les ejecuta incluso por infracciones menores, ejecuciones a las que son obligados a asistir el resto de los internos. La tortura es práctica generalizada. Muchos internos mueren tras ser obligados a realizar trabajos duros y peligrosos casi sin descanso.ESCRIBAN INMEDIATAMENTE, en inglés, en coreano o en su propio idioma:
  • Pidiendo a las autoridades de Corea del Norte que pongan inmediatamente en libertad a Jeong Sang;
  • Expresando su preocupación por el peligro que supone para su vida continuar detenido bajo las duras condiciones del campo penitenciario, debido a su avanzada edad y a su delicado estado de salud;
  • Instándoles a que garanticen que, mientras esté bajo custodia, no será torturado ni víctima de otros malos tratos, y podrá acceder a todos los alimentos, el tratamiento médico y la medicación que necesite.
ENVÍEN LLAMAMIENTOS ANTES DEL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2010 A:Representante de Corea del Norte en la ONU en GinebraSo Se-pyongPermanent Representative of DPRK Mission in GenevaChemin de Plonjon 11207 GenevaSuizaFax: +41 22 786 06 62Correo e: mission.korea-dpr@ties.itu.intTratamiento: Dear Ambassador / Señor EmbajadorRepresentante de Corea del Norte en la ONU en Nueva YorkSin Son-hoOffice of the Permanent Mission of the DPRK to UN820 Second Ave., 13th FloorNew York, NY 10017Estados UnidosFax: +1 212 972 3154Correo e: dpr.korea@verizon.netTratamiento: Dear Ambassador / Señor EmbajadorEnvíen copias a:Presidente de la Asamblea Nacional de Corea del NorteKim Yong-namPresident of the Presidium of the Supreme People's AssemblySupreme People's AssemblyPyongyangCorea del NorteFax: +850 2 381 4410INFORMACIÓN COMPLEMENTARIAMiles de norcoreanos cruzan la frontera con China sin autorización oficial, corriendo grandes riesgos. Si las autoridades chinas los atrapan y los devuelven a Corea del Norte, son detenidos, interrogados y a menudo torturados, obligados a realizar trabajos forzados y víctimas de otros malos tratos en campos penitenciarios, y en algunos casos, ejecutados. Las condiciones de reclusión varían de un centro a otro, pero en general son más duras en los campos para presos políticos (kwanliso) que en los de personas detenidas por "delitos" no políticos (kyohwaso o nodong danryundae). En todos los campos los presos son obligados a realizar trabajos forzados, que suelen consistir en trabajar en canteras o realizar actividades madereras en bosques de las montañas, a menudo durante 10 o más horas al día sin ningún día de descanso.