Las autoridades ucranias deberían haber tomado más medidas previas para evitar las agresiones contra los asistentes a la Marcha del Orgullo Gay, varios de los cuales resultaron heridos a pesar de los esfuerzos de la policía, ha dicho Amnistía Internacional.

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La falta de coordinación con los organizadores del evento y la inexistencia de un plan de evacuación hicieron que, a pesar de la presencia de al menos 1.500 policías y soldados de la guardia nacional, unos 10 participantes en la marcha resultaran heridos en los ataques de manifestantes homófobos. Al menos cinco policías también resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.

"Las calles de Kiev se han manchado con una horrible violencia homófoba. Para tratar de evitarla deberían haberse tomado medidas previamente. La policía no decidió hasta ayer proteger la marcha, en lugar de responder a las amenazas violentas tomando medidas para garantizar la seguridad de sus participantes. Si se hubiera dedicado más tiempo a la planificación y la coordinación, el número de heridos podría haber sido menor", ha dicho Denis Krivosheev, director adjunto del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.

"Es fundamental que las autoridades investiguen y procesen a los responsables de la violencia y se aseguren de hacer más para proteger a los miembros de la comunidad LGBTI de futuros ataques."

En 2012 y 2014, la policía dijo a los organizadores que no podría garantizar la seguridad tras las amenazas contra las marchas del orgullo gay en Kiev y éstas se cancelaron en el último momento. Este año volvió a haber amenazas de los grupos radicales de extrema derecha Svoboda y Pravyi Sektor. La policía se reunió varias veces con los organizadores para tratar de disuadirlos de celebrar el evento, pero al final accedieron a proteger la marcha en una reunión celebrada el 5 de junio.

Por motivos de seguridad, el recorrido de la marcha se mantuvo en secreto hasta el último momento, y el evento se inició a las 10 de la mañana con más de 250 participantes. Las agresiones comenzaron poco después y se mantuvieron a lo largo de toda la marcha. Aunque la policía actuó para proteger a los participantes, deteniendo a 28 contramanifestantes como mínimo, en algunos incidentes no hizo lo suficiente. Un testigo contó a Amnistía Internacional que un cordón policial no hizo nada para proteger a observadores internacionales perseguidos por una multitud violenta.

"Es muy triste que un evento cuyo objetivo es celebrar la igualdad, la diversidad y los derechos a la libertad de expresión y reunión atraiga este tipo de homofobia violenta y que las autoridades no hagan suficientes esfuerzos para proteger a sus participantes", ha dicho Denis Krivosheev.

"No obstante, el hecho de que la marcha se haya celebrado significa que Ucrania ha pasado una importante prueba de tolerancia. Sin embargo el examen no ha sido fácil ni indoloro y está claro que el país sigue teniendo un largo camino por delante hacia una sociedad más tolerante."