La constante negativa a revelar el paradero de una integrante del grupo punk ruso Pussy Riot, de la que se rumorea que ha sido trasladada a una colonia penitenciaria en Siberia, demuestra los implacables esfuerzos de las autoridades por silenciarla. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional."Nadezhda Tolokonnikova ha denunciado públicamente las amenazas que recibió de funcionarios penitenciarios. Nos preocupa que ahora pueda estar siendo castigada por esto y por hablar abiertamente sobre las deplorables condiciones de reclusión", ha manifestado Denis Krivosheev, director adjunto del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional."Las autoridades rusas deben notificar de inmediato su paradero a su familia, y deben permitir a Nadezhda Tolokonnikova acceder a un abogado. Esta joven es una presa de conciencia que, para empezar, no debería haber sido encarcelada. El negarse a revelar dónde se encuentra sólo sirve para avivar los rumores sobre el peor de los escenarios."El paradero de Nadezhda Tolokonnikova se desconoce desde el 22 de octubre, cuando, según los informes, la sacaron de la colonia penitenciaria en la que cumplía una condena de dos años de prisión. Se cree que ha sido trasladada a otro lugar, pero su lugar de destino no se ha revelado.Su esposo ha dicho que una fuente de la administración de prisiones le informó sobre el posible traslado a una colonia penitenciaria en Siberia."Si los informes son ciertos, el traslado a una colonia penitenciaria a miles de kilómetros de Moscú haría que a sus familiares y abogados les resultara prácticamente imposible verla. Eso constituiría una violación tanto de los derechos humanos de Nadezhda Tolokonnikova como de la propia legislación rusa."