Tras la entrada ayer jueves de la mayoría de las familias de la comunidad indígena Sawhoyamaxa a sus tierras ancestrales, Amnistía Internacional insta a las autoridades de Paraguay a que solucionen de manera urgente y definitiva sus reclamaciones territoriales.Durante más de dos décadas, un centenar de familias de la comunidad Sawhoyamaxa, de etnia Exnet, se han visto obligadas a vivir en condiciones deplorables al lado de una carretera muy transitada, debido a que sus tierras ancestrales están en manos privadas.Desde 2006 existe una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obliga a Paraguay a restituir sus tierras tradicionales a la comunidad. Sin embargo, pese a las repetidas reclamaciones de los Sawhoyamaxa, las autoridades paraguayas no han cumplido con la sentencia."La entrada de los miembros de la comunidad a las tierras que reclaman se debe a la falta de actuación de las autoridades de Paraguay. Al no cumplir con su obligación, las autoridades han condenado a los Sawhoyamaxa a la desesperación de ver que sus derechos son repetidamente ignorados" dijo María José Eva, investigadora de América del Sur de Amnistía Internacional.Una delegación encabezada por la Ministra de Justicia y Trabajo se trasladó a la zona para mantener una reunión con la comunidad."Con la entrada de los Sawhoyamaxa a sus tierras se abre un nuevo escenario en el que se hace todavía más necesario que las demandas de la comunidad sean atendidas sin demora. Confiamos en que las autoridades garanticen la integridad física de la comunidad en todo momento a la vez que priorizar una solución que permita la restitución de las tierras ancestrales", manifestó Maria José Eva.Para la comunidad, la recuperación de su tierra ancestral es fundamental para su supervivencia. "Sin estas tierras, corremos el riesgo de desintegrarnos como comunidad", han asegurado los Sawhoyamaxa en un comunicado emitido justo después de entrar a sus tierras.Según informes, el actual propietario de las tierras habría ya presentado una denuncia por invasión de mueble ajeno.Hace dos semanas, el estado paraguayo fue sometido a revisión ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Durante la sesión, varios miembros de este Comité exhortaron a Paraguay a demostrar con hechos concretos su compromiso con los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo medidas concretas para la restitución de las tierras a los Sawhoyamaxa."Varias instancias de Naciones Unidas, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos así como organismos nacionales e internacionales han exigido a Paraguay que los Sawhoyamaxa recuperen sus tierras. Sin embargo, los distintos gobiernos que han dirigido el país en los últimos años han desatendido estas demandas. Ya no se puede aplazar más una solución definitiva a este asunto", dijo Maria José Eva.Información complementariaDesde la década de 1990, los Sawhoyamaxa, perteneciente, viven junto a la carretera que une Pozo Colorado y Concepción. Ante la inacción del Estado paraguayo para resolver sus reclamaciones de tierras, unas 14,000 hectáreas, la comunidad llevó su caso ante el sistema interamericano de derechos humanos. En el 2006, la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó que se habían violado los derechos de la comunidad a un juicio justo, a la protección judicial, a la propiedad y a la vida. La sentencia de la Corte Interamericana obligaba a las autoridades de Paraguay a restituir a la comunidad sus tierras ancestrales en un plazo de tres años. El plazo venció el 19 de mayo de 2009.Recientemente, la Ministra de Justicia y Trabajo anunció la conformación de una comisión negociadora para llegar a un acuerdo con el propietario sobre la venta de las tierras.Recientemente, Amnistía Internacional produjo un vídeo sobre la historia de los Sawhoyamaxa que contiene una útil información de contexto: