Con  el objetivo de iniciar un debate público sobre las medidas urgentes que se deben emprender desde el Estado peruano para que se desarrollen políticas públicas con enfoque de prevención, atención y tratamiento especial a la salud de las personas que habitan en zonas de influencia directa e indirecta de las actividades extractivas se desarrollará en Lima la Semana sobre la problemática de salud ambiental vinculada a las industrias extractivas en el país –desde el lunes 27 de noviembre al viernes 1 de diciembre.

El lunes 27 se realizará el conversatorio “Espinar sigue esperando: entre la desidia del Estado y la urgencia de una población que sufre la contaminación con metales pesados”. El miércoles 29 se desarrollará el Foro Público Internacional: “Lineamientos de política de salud pública para atender zonas contaminadas por metales pesados”, que se llevará a cabo en Auditorio del Colegio Médico del Perú, Miraflores a las 6pm. Los representantes y poblaciones de las zonas críticas afectadas solicitarán a diversas instituciones del Estado respuesta a sus demandas de atención especializada en salud y prevención como una prioridad de la política pública en el sector salud en el país.

Pese a las evidencias de los graves impactos en la salud en varias zonas con presencia de actividades extractivas en el país, poco es lo que se ha hecho en materia de políticas públicas orientadas a proteger a las poblaciones.

Agnita Saboya es una de las afectadas del derrame de petróleo producido hace dos años en el Oleoducto Norperuano en Cuninico (Loreto) que contaminó las aguas del río Marañón: “Nosotros nos alimentábamos del pescado, del plátano, de la yuca, del aguaje, pero luego del derrame ha cambiado nuestra situación de por vida. Ahora estamos tomando el agua de lluvia, pasamos momentos difíciles porque no sabemos bien cuándo va a llover. A veces llueve en la noche, en la madrugada, nos levantamos a juntar el agua para poder tener en nuestros hogares”.

Saboya afirma que tras del derrame no hay atención del Estado. “La gente tiene manchas en la piel, tiene alergias, están con vómitos, con diarreas. No nos atienden, lo único que nos dan es paracetamol. Nosotros básicamente estamos afectados por culpa del Estado, de su indiferencia. Nos consideran que somos personas nativas, no responden, no nos dan valor, pero también somos seres humanos como ellos. Nosotros pedimos pues que vean nuestra situación. Hasta ahora no nos ven nuestro tema de agua de nuestra comunidad”,  sostiene con indignación ante la indiferencia de las autoridades nacionales.

El caso Cuninico es solo uno de los casos que se abordarán en las actividades, donde participarán además personas afectadas por metales pesados de Espinar (Cusco), Cerro de Pasco (Pasco), Hualgayoc (Cajamarca), La Oroya (Junín), San Mateo (Lima), las cuencas de Corrientes, Tigre, Marañón y Pastaza (Loreto), Puno y El Callao.

Estas actividades vienen siendo promovidas por la Mesa de Coordinación sobre salud ambiental conformada por CooperAcción, Derechos Humanos sin Fronteras, Instituto de Defensa Legal, Amnistía Internacional, Broederlijk Delen, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Equidad, RedGE, OXFAM, Comisión Episcopal de Acción Social, Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, Red Uniendo Manos Perú y Red Muqui.

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