Mientras continúan las protestas para pedir cambios en Oriente medio, aumenta la preocupación de Amnistía Internacional por la represión por parte de las autoridades hacia los manifestantes.Hoy jueves en Bahréin las autoridades desalojaron a la fuerza un campamento de protesta pacífico situado en el centro de la capital, Manama. Según los informe obtenidos por la organización, durante la operación han muerto seis personas.BAHRÉINLas fuerzas de seguridad de Bahréin están utilizando escopetas, balas de goma, porras y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes antigubernamentales, causando la muerte a varios manifestantes."Las autoridades de Bahréin han reaccionado de nuevo ante una protesta legítima con el uso de la fuerza letal y sin previo aviso. Deben poner fin a la represión continua de los activistas que piden la reforma", ha declarado Malcolm Smart, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional."También deben realizar una investigación exhaustiva e imparcial sobre la fuerza empleada esta mañana contra los manifestantes pacíficos, entre los que había familias con niños, y determinar si el uso de la fuerza letal estaba justificado.""De lo contrario, quienes impartieron las órdenes y emplearon una fuerza excesiva deben comparecer ante la justicia."Amnistía Internacional ha recibido incluso informes -no confirmados- de que las fuerzas de seguridad impedían la entrada a la glorieta de la Perla de ambulancias que iban a curar y transportar a las personas heridas. Se teme que muchos activistas hayan sido detenidos, después de que sus familias informasen de que no les habían encontrado en los hospitales.LIBIAEn Libia, a su vez, el gobierno de Gadafi está reaccionando también con represión. Ayer se reprimieron a varios activistas políticos pacíficos tras el estallido de violencia producido en las manifestaciones celebradas en la ciudad de Bengasi al conocerse la detención de varios activistas antes de una protesta convocada para el jueves.Cientos de personas se manifestaron el miércoles, tras la detención de Fathi Terbel y Fraj Esharani, miembros del Comité Organizador de Familias de Víctimas de Abu Salim creado por familiares de víctimas de una matanza ocurrida en dicha prisión en 1966, y de otros tres activistas.Los detenidos encabezaban la convocatoria de una importante manifestación el 17 de febrero en apoyo de los llamamientos a favor de reformas políticas de gran alcance, inspirada en protestas similares celebradas en Túnez y Egipto."Las autoridades libias deben permitir las protestas pacíficas, no intentar sofocarlas con una torpe represión", ha declarado Malcolm Smart, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional."La población libia tiene el mismo derecho que la población egipcia y la tunecina a expresar su descontento y pedir reformas en su propio país, y ya es hora de que el gobierno libio lo reconozca y lo respete.""No se debe encerrar a las personas simplemente porque convocan protestas pacíficas. Los libios tienen derecho a esperar reformas en lugar de arrestos, detenciones y más represión del Estado", añadió Malcolm Smart."La población libia debe poder expresarse libremente y celebrar protestas pacíficas en Libia."Fathi Terbel, miembro del comité organizador de la protesta, declaró a Amnistía Internacional que las detenciones estaban relacionadas con sus llamamientos para que se rindan cuentas por la muerte de más de 1.000 reclusos en la prisión de Abu Salim en 1996 y su petición de más libertades políticas y derechos humanos en Libia.