Las autoridades nicaragüenses deben iniciar con carácter urgente una investigación plena, independiente e imparcial sobre los enfrentamientos mortales que se desencadenaron esta semana tras las controvertidas elecciones presidenciales celebradas el domingo. Al menos cuatro personas han muerto y decenas han resultado heridas en enfrentamientos registrados en todo el país entre opositores y partidarios de Daniel Ortega, reelegido presidente por tercera vez con, según informes, el 61 por ciento de los votos."Las instituciones políticas de Nicaragua están en el punto de mira. Las autoridades deben responder a estos actos violentos que se han cobrado vidas, llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre las circunstancias en torno a unos hechos en los ha habido personas muertas y heridas", ha manifestado Guadalupe Marengo, directora adjunta del Programa para América de Amnistía Internacional."Esta investigación debe encomendarse a un organismo competente e imparcial, y las personas a quienes se halle responsables de estos hechos deben comparecer ante la justicia a la mayor brevedad."Las cuatro muertes confirmadas se produjeron como consecuencia de heridas de bala. Entre esas personas se encuentra un secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido de Ortega, en la ciudad meridional de Siuna, y tres simpatizantes del opositor Partido Liberal Independiente (PLI) en San José de Cusmapa, en el noroeste de Nicaragua.Un portavoz de la policía ha informado a los medios de comunicación de que siete policías resultaron heridos en los enfrentamientos en Siuna.El pasado martes, tras el anuncio de la victoria de Ortega por parte de las autoridades electorales, una multitud de personas tomó las calles a modo de protesta en todo el país, incluida la capital, Managua.El jueves, un grupo de unos 30 jóvenes activistas del movimiento Nicaragua 2.0 participaban en una manifestación contra Ortega en el exterior de la Universidad Centroamericana, en Managua, cuando, al parecer, fueron amenazados y agredidos por jóvenes simpatizantes del FSLN. Según informes, los agentes de policía que se encontraban en el lugar de los hechos no intervinieron para impedir los ataques."Incidentes como los ocurridos en el exterior de la universidad son preocupantes. Deben tomarse medidas para garantizar que se respeta el derecho de todos los nicaragüenses a manifestarse pacíficamente", ha declarado Guadalupe Marengo.Este año, una delegación de Amnistía Internacional visitó Nicaragua y se reunió con candidatos que se presentaban a las elecciones presidenciales y parlamentarias. La organización instó a los nuevos dirigentes a que adopten un plan efectivo de derechos humanos para Nicaragua."Los enfrentamientos mortales que se desencadenaron tras las controvertidas elecciones de esta semana son una señal más de la preocupante situación de los derechos humanos en Nicaragua," ha afirmado Guadalupe Marengo."El nuevo gobierno de Nicaragua debe comprometerse a elaborar y poner en marcha un plan sólido destinado a lograr resultados reales en la mejora y protección de los derechos humanos para toda la población nicaragüense."