Los activistas cubanos de derechos humanos se enfrentan a una oleada de acoso que tiene como finalidad silenciarlos durante la visita del Papa. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional. La represión ha dado lugar a un aumento de las detenciones, y a los activistas les han desconectado el teléfono, y en algunos casos han rodeado sus casas, para impedirles denunciar abusos durante la visita del Papa Benedicto.Las líneas telefónicas de algunas organizaciones locales de derechos humanos, como la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, llevan cortadas desde el lunes, y los teléfonos móviles de destacados activistas y críticos del gobierno están repentinamente inaccesibles."El bloqueo de las comunicaciones y la detención de más de 150 opositores políticos es otro ejemplo más del desprecio absoluto de las autoridades cubanas hacia los derechos humanos", ha manifestado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional."Las autoridades cubanas deben cesar de inmediato el acoso a los activistas, y deben garantizar que todas las personas de Cuba pueden expresar libremente su opinión, para que de esta manera los activistas puedan realizar sus actividades legítimas.""Ante esta situación, que contradice su llamamiento a una 'sociedad más abierta' en Cuba, el Papa debe adoptar postura, y debe prestar su voz a quienes se han quedado sin ella a causa de la constante represión: debe condenar la falta de libertades en Cuba."El lunes 26 de marzo, decenas de opositores al gobierno fueron detenidos en Santiago de Cuba, donde el Papa celebró una misa pública al inicio de su visita.Asimismo, la policía y los agentes del departamento de seguridad rodearon las casas de numerosos opositores, a los que mantuvieron sitiados para impedirles asistir a la misa del Papa o circular libremente.En Cuba, las detenciones breves de opositores al gobierno, activistas de derechos humanos y periodistas independientes son práctica habitual. En vísperas de la visita del Papa, cientos de opositores al gobierno fueron detenidos durante periodos breves, amenazados o privados de su libertad de circulación.