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En un intento de arrojar luz sobre los peligrosos viajes que las personas refugiadas se ven obligadas a emprender a diario, Amnistía Internacional ha lanzado un cortometraje pionero, “Through the eyes of a refugee” (A través de los ojos de una refugiada).

El cortometraje documenta un proyecto extraordinario en el que cinco personas de Países Bajos y Bélgica fueron sometidas a hipnosis para poder tener una visión más profunda de lo que constituye el viaje de una persona refugiada siria.

Bajo la guía de un hipnoterapeuta profesional, los participantes experimentaron el viaje de Marwa, siria de 29 años, mientras se desplazaba en busca de seguridad hacia Países Bajos.

“Para la mayoría de la gente, resulta difícil imaginar las penalidades que sufren las personas refugiadas durante su viaje hacia la seguridad. Cuando la gente experimenta de verdad lo que es verse obligado a huir, podemos generar una comprensión y podríamos cambiar de manera fundamental la forma en la que hablamos de las personas refugiadas”, ha manifestado Eduard Nazarski, director ejecutivo de Amnistía Internacional Países Bajos.

En abril de 2015, un misil alcanzó la casa de Marwa, y mató a su hermano y a su hermana. El pueblo de Marwa fue bombardeado durante meses y, cuando otro hermano suyo huyó, Marwa emprendió un viaje infernal, con la esperanza de encontrar seguridad en Europa.

Para Marwa era importante compartir su historia: “La guerra no ha terminado, y sólo va a peor. Si la gente escucha mi historia, puede sentirse conmovida, y quizá ayudar a las personas refugiadas. Tienes que tratar a las personas refugiadas como seres humanos iguales que tú.”

Hetty, una participante, describió la experiencia como transformadora. “Me alegro de haberlo hecho, porque ahora comprendo mucho mejor lo que estas personas tienen que soportar. Cuando lo ves en televisión no te afecta tanto.”

La población refugiada mundial asciende ahora a más de 22 millones de personas, y Amnistía Internacional pide a los dirigentes políticos que protejan a las personas refugiadas.

“Al construir vallas y firmar vergonzosos acuerdos con otros países para mantener lejos a las personas refugiadas, los políticos han revelado sus auténticas prioridades. Desde Australia y Estados Unidos hasta países de toda Europa han cerrado sus fronteras a personas que necesitan desesperadamente seguridad y protección”, ha manifestado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.

“Los gobiernos no sólo han cerrado fronteras, también han cerrado su corazón, al contrario que la gente común. Es hora de que los gobiernos pongan manos a la obra y ofrezcan rutas seguras y legales a quienes huyen de la guerra y la persecución en busca de seguridad.”

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