Las mujeres podrían tener que enfrentarse a sus maltratadores en la mediación tras una reforma jurídica aprobada recientemente por la Asamblea Nacional de Nicaragua y que, según Amnistía Internacional, vuelve la espalda a millares de supervivientes de violencia doméstica en todo el país."En vez de centrarse en la mediación y en la forma de sacar del atolladero a los maltratadores, las autoridades nicaragüenses deben buscar el modo de proteger a las mujeres de la violencia y garantizar que quienes las maltratan comparecen ante la justicia", ha manifestado Esther Major, investigadora de Amnistía Internacional sobre Nicaragua, que acaba de regresar de una visita al país.La Ley 779, o Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer, aprobada en 2012, ofrece a las mujeres una vía de acceso a la justicia y a la protección contra la violencia, así como un medio para hacer rendir cuentas a los maltratadores.Amnistía Internacional está analizando detenidamente en la actualidad la reforma de la Ley.