La sentencia dictada contra un ex dirigente del ejército argentino por su papel en los centenares de desapariciones forzadas perpetradas en el marco de un operativo regional de inteligencia debe abrir la puerta a ulteriores investigaciones para que todos los responsables comparezcan ante la justicia, ha dicho Amnistía Internacional.Reynaldo Bignone, por entonces presidente de facto de Argentina, ha sido condenado a 20 años de cárcel por un tribunal en Buenos Aires. Otros 14 jefes militares también han sido condenados a penas de prisión."Hoy es un día para celebrar en América del Sur. Esta sentencia histórica transmite un mensaje importante: la justicia siempre prevalece", ha dicho Erika Guevara-Rosas, directora del Programa para América de Amnistía Internacional."La sentencia dictada hoy debe ser el primer paso hacia una verdadera justicia para las muchas víctimas de esta maquiavélica operación, que dejó una larga estela de sufrimiento y horror en toda Latinoamérica. Los gobiernos de los países que contribuyeron de forma directa o indirecta a la Operación Cóndor no deben escatimar esfuerzos para garantizar que todos los responsables se enfrentan a la justicia y que estos terribles crímenes nunca vuelven a suceder."La Operación Cóndor fue un plan coordinado de inteligencia que lanzaron en la década de 1970 los regímenes militares que por entonces gobernaban de facto Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay. Su objetivo era compartir información sobre las actividades de opositores políticos y activistas sociales e intercambiar presos, la mayoría de los cuales fueron torturados y sometidos a desaparición forzada.