Filep Karma necesita recibir atención médica con urgencia. Lleva gravemente enfermo desde agosto de 2009. Un informe médico reciente recomendó un nuevo tratamiento en la capital de indonesia, Yakarta, pero las autoridades penitenciarias le han dicho que no pueden pagarlo.Filep Karma, preso de conciencia de 50 años que cumple condena en la cárcel de Abepura, en la provincia indonesia de Papúa, lleva encarcelado desde diciembre de 2004. Sufre problemas de salud desde su detención, pero las condiciones existentes en la cárcel y la negación de las autoridades a proporcionarle atención médica adecuada han empeorado su situación.En agosto de 2009, se quejó de intensos dolores en la zona baja del abdomen, dificultades al orinar e hinchazón en los testículos. Nuevas pruebas médicas confirmaron que sufría bronconeumonía, exceso de fluido en los pulmones, infección en el tracto urinario y otros problemas médicos. En su informe, el médico recomendó que recibiera más tratamiento en Yakarta, pero las autoridades penitenciarias se han negado a enviarlo a la capital alegando falta de fondos. Los trastornos que sufre Filep Karma pueden acabar con su vida si no recibe tratamiento.Amnistía Internacional considera que negarle el tratamiento médico a Filep Karma puede constituir trato cruel, inhumano o degradante.ESCRIBAN INMEDIATAMENTE, en indonesio o en su propio idioma:
  • Expresando su preocupación por los informes según los cuales Filep Karma no está recibiendo la atención médica adecuada;
  • Instando a las autoridades de Indonesia a que se aseguren de que Filep Karma puede acceder de forma plena e inmediata al tratamiento médico adecuado;
  • Instándolas a que cubran el coste de dicho tratamiento, según dispone el Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión (principio 24);
  • Pidiendo que Filep Karma sea puesto en libertad inmediatamente y sin condiciones, pues su encarcelamiento tiene que ver con haber ejercido su derecho a manifestarse pacíficamente.
ENVÍEN LLAMAMIENTOS ANTES DEL 10 DE JUNIO DE 2010 A:Director de la Cárcel de AbepuraAnthonius M. AyorbabaLembaga Pemasyarakatan (Lapas) AbepuraJl. Kesehatan 11JayapuraPapua 99351, IndonesiaFax: +62 96 758 1705Tratamiento: Dear Anthonius M. Ayorbaba / Señor DirectorDirector General de PrisionesMinistry of Justice and Human RightsDrs. Untung SugiyonoJl. Veteran No. 11Jakarta PusatIndonesiaFax: +62 21 384 1711Tratamiento: Dear Director General / Señor Director General Información complementariaSegún los informes, las condiciones en la cárcel de Abepura son malas. Los presos sólo pueden bañarse una o dos veces a la semana por falta de agua. Filep Karma recibió en 2007 un permiso médico temporal y pudo salir de la cárcel para recibir tratamiento hospitalario.Filep Karma, ex funcionario, fue una de las aproximadamente 200 personas que tomaron parte en una ceremonia pacífica en Abepura, provincia de Papúa, el 1 de diciembre de 2004. En conmemoración de la declaración de la independencia de Papúa en 1962, se izó la bandera del "lucero del alba", después de lo cual la policía avanzó hacia los congregados, efectuando disparos de aviso y golpeándolos con porras. Filep Karma fue detenido posteriormente. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia.Durante su juicio, la policía respondió con uso extremo de la fuerza a las protestas masivas que se produjeron en el exterior del tribunal el 10 de mayo de 2005. Muchas personas resultaron heridas. Como consecuencia de ello se despidió a un mando policial, pero no se presentaron cargos penales contra él ni hubo ninguna investigación oficial sobre los sucesos. Filep Karma fue declarado culpable de traición y condenado el 26 de mayo de 2005 a 15 años de cárcel. El Tribunal Supremo confirmó la condena el 27 de octubre de 2005.Las provincias de Papúa Occidental y Papúa ocupan la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea. La provincia de Papúa hace frontera con el Estado independiente de Papúa Nueva Guinea. Los arrestos y las detenciones en Papúa forman parte de una represión más amplia de los activistas políticos en zonas con un historial de movimientos separatistas, como Papúa y las Molucas. Las autoridades indonesias han reaccionado duramente contra personas que han pedido la independencia. En los últimos años, Amnistía Internacional ha documentado decenas de detenciones de este tipo de activistas políticos pacíficos, algunos de los cuales han sido condenados a penas de prisión por izar en Papúa la bandera independentista prohibida conocida como "el lucero del alba".Amnistía Internacional no se pronuncia sobre la situación política de ninguna provincia de Indonesia ni sobre sus demandas de independencia. Sin embargo, la organización considera que el derecho a la libertad de expresión incluye el derecho a pedir pacíficamente la celebración de referéndum, la independencia u otras soluciones políticas.